lunes, 17 de diciembre de 2012

Qué no comprar para el atuendo navideño






Como es apenas justo, en medio de la compra de los regalos de diciembre solemos incluir un par de prendas de vestir para nosotros. Y, como he visto más de una fortuna malgastada en cosas poco halagadoras, combinaciones de colores disfuncionales o prendas sueltas que no tienen nada que ver con el resto del armario, pero que denotan un claro esfuerzo por tratar de innovar, voy a resumir a continuación qué cosas no elegir por ningún motivo (porque el daño a la imagen está garantizado) y con cuáles se va a la fija, para que cada quien se divierta diseñando su estilo sin arriesgar demasiado.

Las compras, paso a paso

Ir de compras, sobretodo en diciembre, cuando en este lado del planeta destinamos gran parte del presupuesto en regalos para nuestros allegados, debe ser un proceso que comience en casa, si queremos hacer inversiones inteligentes.

Como primera medida hay que revisar el clóset para establecer, a ciencia cierta, qué tengo, qué me hace falta, qué tengo repetido y, lo más importante: qué me gustaría tener. (La expresión contemporánea “aspiracional” no es exactamente mi palabra favorita, pero es inevitable tener en cuenta que la moda es, de por sí, bastante “aspiracional”, así que lo que “me gustaría tener” es algo que hay que tomar en consideración –incluso si al final hay que descartarlo).

Hay que confirmar que los básicos (una camisa blanca de abotonar, un pantalón negro, un par de jeans decentes, una camiseta blanca, un buen blazer, etc., -los infaltables) todavía estén en buen estado; de lo contrario, conviene comenzar por remplazarlos. Hay que ver qué colores y qué materiales (telas, tejidos) predominan en el guardarropa y tenerlos en mente para saber, ya estando en el almacén, con qué pieza nueva puedo hacer una buena combinación.

En segundo lugar, antes de pensar en el efecto adelgazante de los colores, en cuál es la última moda en las pasarelas, en qué llevaba puesto el modelo de la revista o en qué es lo que usa mi mejor amigo que se le ve tan bien, conviene que te preguntes: ¿qué quiero proyectar con mi atuendo?, ¿qué quiero experimentar cuando me vista?

Aunque estas preguntas parezcan un poquito cursis por el modo en que están formuladas, en realidad son de la mayor importancia. Si ya me cansé de tener el look de secretaria de los 80’s; si ya no quiero verme como un rebelde sin causa; si ya no necesito aparentar tener más edad de la que tengo porque la gente ya me toma en serio; si ya entendí que no tengo que verme más sexy que mi hija de 20 años; si quiero renovar mis contactos profesionales viéndome como un tipo exitoso de mediana edad, etc., cualquiera, cualquiera de esos propósitos exige un rato de reflexión antes de ir al comercio para evitar ser presa de algún buen vendedor.

Es tan cierto lo que te digo que, si no fuera así, no tendrías esos rincones oscuros del armario: hay muchísimas prendas que compramos “por inercia”; porque pensamos que son las que nos están bien; porque nos parecieron bonitas aunque en realidad no tenemos la ocasión para usarlas… Pues, como por cada cosa hay que pagar un precio, y el propósito es que no malgastes esa parte del presupuesto que destinaste para ti, contestar las preguntas que te hago viene siendo un paso inevitable.

En tercer lugar hay que tener en cuenta, ahora sí, los factores objetivos que te definen como la edad, el género, el color de la piel, el peso, la forma de tu cuerpo (lo primero es mirarte al espejo y saber, sin engaños, dónde concentras el mayor volumen corporal y qué partes son las más delgadas –es posible que sólo las muñecas sean delgadas; no importa. Hay que tener clarísimo el panorama), a qué te dedicas. En algunas ocasiones también hay que tener en cuenta a qué te quieres dedicar el año que viene

Como cada caso es distinto, aquí van los tips generales de supervivencia en materia de estilo.

Qué no hacer por nada del mundo

  • Estas son las combinaciones de colores que, por norma general (salvo algunas excepciones que nos tomaría mucho tiempo desarrollar aquí, pero que, faltaba más, quedan a tu criterio), te conviene evitar: negro + marrón oscuro; negro + azul oscuro; vino tinto (borgoña) + amarillo mostaza; amarillo + verde o amarillo + morado (esas dos combinaciones fueron consideradas audaces hace algunos años, pero ya no van más); verde oliva + verde manzana o verde oliva + verde esmeralda; gris + zapatos amarillo quemado (como color maní. En las calles vemos muchos señores intentando copiar el look de gangster italiano usando esos colores… Sí se puede, pero la cosa no es tan sencilla).


  • Los señores deben evitar usar pantalones negros con camisa roja, de la tela que sea.


  • No combinar: camisa de cuadros + pantalón de rayas. Blusa de flores + pantalón de flores. El mensaje es que procures equilibrar los estampados.


  • No combinar: cinturón marrón + zapatos negros + estuche para el celular de colgar en el cinturón en otro color (en tanto te sea posible, esto último no lo uses nunca. Gracias).


  • No usar: blusa roja + cartera roja, por ejemplo, si no son exactamente del mismo color. Cuando los tonos no coinciden rigurosamente, es mejor hacer un contraste con otro tono totalmente distinto.


  • No usar: jeans + los zapatos de usar con el vestido de saco y corbata.


  • Cancelado: camisetas blancas de cuello redondo que se asoman por la “V” de la camisa de abotonar que llevas encima. Si consideras indispensable usar la camiseta debajo, busca una con el cuello en “V” que no se asome por ningún motivo. (Así evitas verte “tibio”)


  • No usar: camiseta de cuello redondo por dentro de los jeans + cinturón de cuero. Esas camisetas van por fuera y listo. Nunca con pantalones formales, ¿cierto?


  • En los señores, hay que prestar especial atención a que la camisa sea de la talla correcta. Cuando la camisa es más pequeña (sea porque el puño no cubre la muñeca o porque el botón de la cintura tiene que trabajar muy duro), el resultado es poco favorecedor y nunca, por ningún motivo, se verán más jóvenes ni más esbeltos por usar la ropa más pequeña.


  • En las mujeres hay que asegurarse de que los pantalones tengan la pretina a la altura correcta (que no sean de corte muy bajo si la dimensión de la cadera no lo aconseja) y que no aprieten por debajo de la cintura para no hacer aparecer protuberancias que en realidad no tenemos pero que nos las crea el pantalón de la talla equivocada.


  • Que los señores eviten usar camisas color beige o “café con leche”, aunque el vendedor les diga que “es el color que combina perfecto con el marrón de los pantalones”. Como la camisa es lo que tenemos más cerca de la cara, el color que vaya ahí tiene que tener el efecto de “iluminar”; no de hacernos ver como pacientes hepáticos.


  • Señores, por ningún motivo: camisa de abotonar negra + pantalones negros + zapatos color miel.



Los tips para acertar

  • En lugar de comprar varias cositas sueltas –generalmente porque están en promoción-, visualiza una “pinta” completa desde la casa y sal a buscarla. Invierte en un look completo aunque vuelvas a tu casa con menos bolsas que cuando sales a cazar descuentos.


  • No compres cosas pensando “esto me servirá cuando esté de crucero por las Bahamas”, de no ser porque en realidad te vas de crucero por las Bahamas. En otras palabras, no compres cosas que no necesitas, pensando con el deseo.


  • Ve con tiempo y pruébate estilos que no has usado antes. Es posible que confirmes que, en efecto, no te quedan bien… pero también es posible que te lleves una sorpresa y renueves tu imagen en una misma tarde de compras.


  • Si no te gusta el estilo del vendedor que te atiende en el almacén, inventa alguna excusa para hacer que te atienda otra persona. De lo contrario ese vendedor, de buena fe, te va a aconsejar que te vistas como él… (Sigue tu instinto).


  • En caso de duda, opta por las combinaciones de color tradicionales: azul oscuro + azul celeste; azul + blanco; caqui +  verde oliva; gris oscuro + gris claro; gris oscuro + púrpura (berenjena); lavanda + azul oscuro etc. (A veces basta dar un vistazo a las vitrinas antes de elegir. Los almacenes serios generalmente cuentan con un asesor de imagen para diseñar la exhibición).


  • Los señores que le quieren apostar a la sofisticación se verán muy bien con camisas lavanda, azul claro, rosado claro.


Como la extensión de este artículo ya debe haber superado el límite de la paciencia de muchos lectores, me veo en la necesidad de interrumpir mis consejos aquí, no sin antes reiterar que, en materia de estilo, son más las cosas que sí se pueden hacer que las que no.

Quise enfocarme en lo que se debe evitar para asegurarme de resolver, al menos, las dudas más frecuentes; así que si se observan esos consejos básicos, la posibilidad de verse disfrazado o fuera de lugar es muy bajita. Por el contrario, les auguro una imagen bastante más encantadora que de costumbre.

¡Felices compras!


Imágenes: Es más; Dreamstime.

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