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jueves, 18 de octubre de 2012

Tip de encanto No.1: Conoce las costumbres locales



Tip de encanto No.1: Antes de visitar un lugar desconocido (sea que se trate de otro país o que te hayan invitado por primera vez a la casa de tu amigo de otra religión, etc.), aprende un poco sobre sus costumbres tradicionales. 

¿Tienes poco tiempo? indaga al menos qué cosas NO debes hacer por ningún motivo.

Si te equivocas, no importa: la gente comprenderá que tus hábitos son distintos y que no era tu intención ofender. Sin embargo, en la medida de lo posible, ¡evita que  te pase como al presidente Obama en el palacio de Buckingham (click aquí), hablando mientras sonaba el himno nacional! 



Imagen: Absolut Inglaterra

miércoles, 10 de octubre de 2012

Tips rapidísimos de estilo





El estilo es el exterior del contenido y el contenido el interior del estilo. No pueden ir separados”.

Jean Luc Goddard


En cualquier circunstancia en que te encuentres, sea que estés en tu casa, con tus amigos o, con mayor razón, en tu trabajo, procura no hacer ninguna de estas cosas que pueden pulverizar la buena impresión que le hayas causado a alguien de tu interés:

-       No recortes el nombre de las cosas

Ejemplos comunes: no digas “la Tránsito”; es la “Dirección de Tránsito”. No digas “lo vi en Face”; esa red social se llama “Facebook”.

Sugerencia adicional: si te sientes cómodo, opta por referirte a las siguientes autoridades de la manera tradicional, que es muy linda: señor alcalde, señor inspector de policía, señor agente, etc.

-       No recortes las palabras compulsivamente

Hay quienes son absolutamente incapaces de decir que algo les pareció “delicioso”, o de pedirle a su “amiga” que se quede “tranquila”.

En lugar de eso todo el tiempo se les oye “deli”, “tranqui”, “gordi”, “amiguis”, etc. Cuando estés en extrema confianza puedes permitirte este tipo de cosas, si en serio te gusta hablar así… Sólo asegúrate de que no se te vuelva una maña (una compulsión), de modo que siempre puedas controlar cuándo quieres decir “deli” y cuándo no.

-       No ridiculices lo que desconozcas

He identificado que esto pasa con mayor frecuencia en la mesa. Si encuentras que frente a ti el mesero pone una jarrita de agua y una batea pequeña con una rueda de limón en el fondo y no sabes que eso es un aguamanil con su lebrillo, quédate quieto: no comiences a hacer muecas ni bromas con que la sopa te pareció decepcionante o tecnológica
(Yo he verificado cada una de esas reacciones personalmente).

Espera a que otra persona comience a hacer algo con eso y si te parece útil y razonable, haz lo mismo.

Nota: escoge muy bien de quién vas a seguir el ejemplo; no sea que termines haciendo lo mismo que algún bárbaro con iniciativa.

-       ¿Cómo se dice?

No se dice “caí en cuenta que”. Se dice “caí en la cuenta de que”.



 Imagen: Wunaladreaming

jueves, 20 de septiembre de 2012

Seis consejos básicos de etiqueta y protocolo corporativo








En todos los ámbitos sociales en que nos desarrollamos es indispensable que observes algunos códigos básicos de conducta que te permitirán fluir más fácilmente entre las demás personas, aumentando tu carisma personal.

En el mundo corporativo y empresarial esta necesidad se acentúa muchísimo más, por dos factores, básicamente: (i) todo el tiempo te estás vendiendo, proyectando tu imagen profesional ante colegas, superiores y otras firmas (cazatalentos incluidas) que se pueden interesar en tus habilidades; (ii) como dijo tan acertadamente El Padrino, “no es nada personal; son negocios”: cuando trabajas para una organización, no sólo importa que hagas bien lo que tienes que hacer, sino que al hacerlo proyectes una imagen seria, exitosa y confiable, ya que en la práctica estás representado a toda una empresa en una conversación de un minuto con ese cliente.

Este es un tema prácticamente inagotable, pero para empezar te dejo estos tips:

-       Para entablar una conversación con cualquier persona con la que coincidas en el ámbito profesional, no importa si es de tu misma edad o incluso menor, usa siempre siempre siempre el pronombre “Usted”.

¡Sácate ya mismo de la cabeza que referirse a alguien como “Usted” marca distancia en términos jerárquicos! Por el contrario, el uso de ese pronombre sólo denota consideración y respeto. Además, dispara el estilo profesional.

Y funciona igual cuando es al revés: por favor, deja de tomar como una ofensa que se refieran a ti en tercera persona… Mejor súbete al tren de los que se desenvuelven con el Lenguaje Empresarial, sonríe y listo.

-       Cómo usar correctamente “señor”, “señora”; “don”, “doña”

Aquí va la regla de oro: cuando usas “señor”, dices el apellido. Cuando usas “don”, dices el nombre.

Pensemos en el caso de una señora que se llama Carmen Valencia: se dice “doña Carmen” o “señora Valencia”.

Nunca, jamás, por ningún motivo, “señora Carmen” (muy común), ni “doña Valencia” (en realidad he visto que pasa en el caso de los hombres. Aseguro haber estado ahí cuando un señor dijo “pregúntele eso a don Gutiérrez”).

¿Y si resulta que Carmen se casó con un señor que se llama “Eduardo de la Vega” y ella usa su apellido de casada?

Sencillo (aunque suene raro): “doña Carmen” es también la “señora de De la Vega”. (Sí, con el “de” dos veces).

-       Si te refieres a alguien como “señor”, “doctor”, “arquitecto”, “ingeniero”, etc., queda todavía más claro que “tutearno es una opción: “Hola, doctora, ¿cómo estás?” nunca. Siempre de “Usted”.

(La inobservancia de esta breve norma determina muchísimos rechazos en entrevistas de trabajo porque suele ofender al encargado de seleccionar al personal y, de todas formas, deja la mala impresión de una formación cultural poco esmerada).

-       Con la difusión de la tecnología y la creciente pereza, algunas personas envían su correspondencia informal entre colegas con mayúsculas fijas pretendiendo sacarle el cuerpo al ejercicio de tildar las palabras.

Las mayúsculas fijas en los mensajes se deben evitar porque dentro de la semiología del lenguaje escrito se equiparan a gritar y no quieres andar cazando pleitos con todo el mundo, ¿o sí?

-       Por último, “donde fueres, haz lo que vieres”: Uno: si trabajas en una firma de abogados, procura vestirte como un abogado serio, incluso si sólo tienes funciones administrativas o secretariales (deja la pinta seductora para el fin de semana, cuando estés en tu casa o con tus amigos. Es mejor mantener ese lado salvaje con discreción delante de los colegas, para evitar que dejen de tomarte en serio en la oficina).

Dos: Si trabajas en una firma de ingenieros, no te vistas como abogado. Parece obvio, ¿no? Bueno, para algunos no lo es tanto: si por definición tu trabajo implica estar de jeans y camisa y resultas “sobre-vestido” o más vestido de la cuenta, sólo vas a generar una tensioncita aburrida entre tus compañeros quienes, ahí sí, pueden estar sintiendo que quieres marcar una gran distancia.

-       Y, por último, sonríe. Incluso si tienes que volver a dar una instrucción que ya habías dado con suficiente claridad: sonríe. Nunca sabes qué razón tengan las otras personas para dejar de haber hecho lo que tenían que hacer.


(Claro: este tip admite numerosas excepciones pero, en principio y por regla general, ¡sonríe!).






Imagen: Monkey Zen