martes, 11 de septiembre de 2012

Brevísimos tips de estilo para los señores en una primera cita



"El estilo es el vestido del pensamiento"
-        Óscar Wilde

Queridos amigos,

Cuando de la primera vez que salen con una mujer se trata, hay algunos detalles que pueden incidir decisivamente en la posibilidad de que haya una segunda cita o que pueden determinar que la chica cambie tu nombre en el celular por “No Contestar”.

Las cuestiones relacionadas con los buenos modales, con el comportamiento en la mesa, con la amenidad en la conversación, todos las sabemos o, al menos, las intuimos por ser de uso generalizado en nuestra civilización, así que no les aportaría nada reseñándoselas, ni les estaría revelando un gran secreto diciendo que a todas nos encanta (con el perdón de Florence Thomas y sus copartidarias) que nos abran la puerta, nos corran la silla, nos cedan el paso o nos celebren el vestido que escogimos llevar puesto.

Pero hay cosas, mis adorados hombres, frente a las cuales, a pesar de que parecen ser de elemental sentido común (por lo prácticas que se pueden ver a simple vista – Hey: nunca es bueno tratar de tener éxito con una mujer siendo práctico-), es conveniente que ustedes se nieguen categóricamente a dejar que pasen, si quieren quedarse en el recuerdo de esa chica como todos unos caballeros.

Aquí van, pues, las propuestas de las mujeres que hay que rechazar… cuando menos en la primera cita (deben saber que en muchos casos las mujeres tienen prendido el “caballerosímetro” y dicen las cosas sólo por probarlos):

-        Escena 1: Salieron de noche (en el plan que sea) y ella dice que puede devolverse sola a su casa, tomando un taxi en la calle o caminando: hay que negarse y acompañarla hasta la puerta de la casa, incluso si no fue una buena noche.

-        Escena 2: Por iniciativa de ella o tuya (no importa –ojo con esto de que “el que se inventa el plan, paga”, que no hay un mito urbano más trágico que ese) fueron a comer, a almorzar, a lo que sea y ella, por prudencia, se ofrece a pagar la mitad de la cuenta: hay que negarse rotundamente, agradecerle por su encantadora compañía y quitar la cuenta de su vista.

-        Escena 3: Ella se ha mostrado en extremo curiosa por la personalidad de tu ex - novia (ex – esposa, lo que sea) e insiste en que le cuentes detalles de tu relación anterior: hay que hacer cualquier comentario neutral sobre la anterior pareja, negarse a dar más detalles y cambiar el tema diciendo que por lo pronto estás pensando en la persona que tienes al frente.

Estas tres escenas que he reseñado no tienen que transcurrir siempre de la misma manera, como es apenas obvio. Hay circunstancias que admiten excepciones válidas y razonables, pero lo que sí te garantizo es que si haces el ensayo de negarte a aceptar estas tres propuestas, quedarás como un príncipe a los ojos de ella (y no como un bobo, como seguramente tratará de hacerte sentir el resentido de tu amigo que nunca consigue que una mujer normal le dé su número de teléfono –cuando no es que le dan el de la compañía de taxis).

Ah, y un último consejo de estilo: al subir o bajar las escaleras, los señores, siempre, siempre, siempre deben ir adelante. Al bajar, para servir de apoyo a la niña; y al subir, para no hacerla sentir incómoda con tu mirada directo a sus… piernas.

¡Buona fortuna!

2 comentarios:

  1. Una recomendación para sortear el dialogo en la primera cita: un caballero no habla de sus hazañas.

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  2. Excelente tip, Clemente. ¡Muchas gracias!!

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